Cambios saludables en las comidas familiares
Si a ti te gusta la comida, entonces existe una gran probabilidad de que seas un gran aficionado de reunirte con tu familia y amigos a disfrutar de una abundante comida con grandes platillos, teniendo como objetivo dejar a todos satisfechos después de haber repetido dos veces el plato principal y tras un delicioso postre.
Sin embargo, a pesar de que parezca imposible combinar una dieta saludable con una gran comilona familiar, al menos existen algunos cambios que puedes hacer para hacer que la próxima reunión tenga beneficios para ti y tu familia (más allá de la convivencia, claro está).
Cambia el azúcar: cuando se trata de preparar algunos platillos y postres, a veces parece indispensable la aparición del azúcar pero, ¿qué te parecería un cambio? Puedes sustituirla por azúcar de coco, lo cual reduce de manera instantánea el índice glicémico de tus alimentos. También puedes probar con otros edulcorantes naturales como la miel de agave o stevia, en los platillos que se pueda.
¡Vengan los superfoods! Puede que no haya una manera más fácil de ampliar el rango de la nutrición de tu reunión que agregar superalimentos a tus platos. ¡Adapta las recetas que usas actualmente y obtén una nutrición adicional! ¿Preparando pasta? ¿Qué tal espolvorear semillas de chía en la parte superior? ¿Tienes un buen plato de verduras como guarnición? Incorpora semillas de granada frescas, semillas de cáñamo o nuestras deliciosas lentejas. Incluso los aderezos se pueden ver beneficiados de que les agregues açai, arándanos o nuestra jamaica enchilada.
Agrega un platillo con vegetales: Tal vez no quieras quitar algunos platillos que ya son clásicos de la comida familiar pero, ¿y si agregas un nuevo plato que sea delicioso y súper saludable? Puedes preparar una coliflor BBQ, o un pie de brócoli, dense la oportunidad de probar algo nuevo! Tal vez les guste tanto que se vuelva una tradición.
Mejora los caldos y bases de los guisados: Sabemos que con frecuencia lo que nos falta es tiempo y por eso acudimos a los cubos o sazonadores procesados, ¡no lo hagas más! Están cargados de sodio, conservadores y colorantes que te puedes ahorrar con un poco de esfuerzo. Puedes preparar el caldo con anticipación y guardar congelado, listo para usar el día que lo necesites. Usa apio, cebollas, ajo y zanahorias con un poco de sal marina, con una gran cantidad de agua y deja cocinar a fuego lento al menos una hora. Deja enfriar, cuela y congela; verás que te salvan del apuro sin comprometer la salud de tu familia.
Y por último, ¡apaga las pantallas! En tus celebraciones comprométete a aprovechar el grupo de familiares o amigos que se han reunido para pasar el tiempo juntos y mantenerse plenamente en el presente. Las redes sociales, las noticias y el correo electrónico estarán allí mañana. Pero hoy, agradece a los que te rodean la oportunidad de compartir una deliciosa comida. Nada es más importante, y más saludable, que esta conexión verdaderamente tangible.